Comunicado da Comunidad Teológica de México
A Comunidad Teológica de México enviou na última sexta-feira de janeiro, 27, um comunicado sobre a preocupação da Comunidade com a atual situação de imigrantes após a eleição de Donald Trump para a presidência dos Estados Unidos. "En la Comunidad Teológica de México ya estamos tratando de movilizarnos a manera de red para intentar "paliar" la situación que se nos viene, lo hacemos a través de las relaciones que tenemos con movilizaciones de corte cristiano como La Comunidad de Justicia y Paz (COJUPAZ) y de Iglesias por la Paz, aunque seguramente como Comunidad Teológica de México y nuestro servicio de Capellanía Ecuménica estaremos haciendo también esfuerzos institucionales en solitario”, diz o trecho inicial do comunicado. Para o Prof. Dr. Roberto E. Zwetsch o comunicado possui uma grande força espiritual.
“Hay que resistir desde nuestra fragilidad, de nuestra vulnerabilidad, pero en la paz del Espíritu de la PAZ y en la fe que nos llena de esperanza, aunque el horizonte nos parezca por un tempo oscuto y lleno de interrogantes, de pesadillas, de muertes sin cuenta. Hay que movilizar nuestras iglesias, instituciones de educación teológica, grupos ecuménicos, toda nuestra sociedad latinoamericana y caribeña. Lo que pasa actualmente en México y en su frontera con EUA es lo mismo que pasa en Brasil, en Europa. El mundo vive un momento dramático, pues hay distintos muros que se levantan contra los pueblos, contra la gente, sin perdón. Por esto hay que hermanarnos - no sé si esta palabra existe en español - para hacer frente a la prepotencia, a la locura que quiere se imponer a la racionalidad más sensilla, a la defensa de la Vida y del amor. Hay que resistir a los muros de la indignidad humana”, disse o Prof. Roberto em resposta ao comunicado, em solidariedade ao povo mexicano.
Segue o texto da Comunidad Teológica de México na íntegra:
Si hablamos con honestidad Donald Trump no es el problema de origen sino la circunstancia de coyuntura en este momento de inmediatez. Los verdaderos problemas en México son añejos y complejos. En este país se le ha dado mayor importancia a la economía (macro) que a la sociología del “desarrollo”. Desde hace muchos sexenios y formas de gobierno, las mercancías han resultado ser más importantes que las personas. Los gobiernos de México y Estados Unidos han empujado y negociado más la liberalización de las fronteras para productos que para seres humanos y, con ello, la falta de oportunidades que tiene la población mexicana expulsa del campo a las ciudades (mexicanas o estadounidenses) a mucha de la población más productiva. Las “remesas” de dólares son tal vez más importantes que la venta de petróleo y los servicios turísticos para la economía de las familias mexicanas ya que es una inyección directa al bolsillo de las personas. El embargo atunero, la falta de competencia equitativa, el narcotráfico, la violencia, la falta de respeto a los derechos humanos, son el origen de muchos de los males que aquejan la vida de nuestro país y tiene origen en la forma como hemos construido la vida pública de esta entrañable sociedad.
El problema somos todos y todas al permitirnos tener la clase política que dice representarnos. La indiferencia o la falta de militancia política nos hacen, de alguna manera, cómplices de muchas de las cosas que suceden hoy. Sobre todo los tres niveles de gobierno en México son responsables de la terrible dependencia comercial y económica que tenemos con los Estado Unidos pero también de la atomización de la sociedad y la ruptura del tejido social.
El asunto de la construcción de un muro que separe en forma franca la frontera que compartimos México y EEUU no es un asunto nuevo... ya tenemos una vaya de más de 1000 Kms. desde hace mucho tiempo. Así mismo, la amenaza de un gran número de deportaciones de mexicanos y mexicanas tiene detrás de sí las más de 3.000,000 de deportaciones que se realizaron en la administración del Presidente Obama. Todo esto sin contar que hoy mismo se filtró información respecto de que posiblemente Trump sí firmaría un decreto que afectaría los intereses de los llamados “Dremers” a los cuales la casa blanca ya tiene bien identificados/as y localizados/as.
Acá lo más preocupante, desde mi parecer, es el ejercicio simbólico del abuso. Estamos ante una suerte de “Bullying” de Estado. El ejercicio simbólico que significa denostar al pueblo mexicano anunciando un muro y restregarlo en el rostro del Canciller Mexicano estando presente en la Casa Blanca, pero además afirmar que el pago sería cargado a México a través de un “twiter” es una ofensa a la dignidad y buena vecindad entre países.
Este es un tema de derechos humanos, desde la CTdeM estamos alentando a las iglesias, religiones, espiritualidades y a la sociedad civil para exigir que las autoridades mexicanas, particularmente el Presidente y/o el Senado, interpongan una demanda ante instancias internacionales por estas actitudes que lesionan la dignidad de todo un pueblo. Sea ante la Organización de Estados Americano (OEA) o alguna otra dependencia pertinente, México debe hacer escuchar su voz de hartazgo ante las actitudes megalómanas del presidente de un país que se jacta de su lugar de poder.
Estamos listos y listas para atender y acompañar pastoralmente a quien resulte víctima de todas estas acciones. Y además, para levantar una voz profética que denuncie este pecado de riesgos fratricidas pues, el pueblo norteamericano ¡es también nuestro hermano! más allá de las diferencias, las razas, la historia y “los muros".
Con esa misma pasión abrazamos y alentamos la buena recepción de los y las migrantes desde otros países que vienen a México y ven en ello una oportunidad ante la violencia, la guerra o la falta de oportunidades.
Afirmamos, lo importante no es "¿Quién pagará el muro?" sino que ¡No debe haber muro! no pueden seguir siendo más importantes las mercancías que las personas. La situación migratoria no es un asunto de seguridad nacional sino de Derechos Humanos.
El estado actual en México es de mucha indignación y tal vez mis palabras acá escritas reflejan mucho ese ánimo colectivo, por ello... ¡Pido disculpas! y ruego las oraciones y solidaridad de las iglesias cristianas en México como en los Estados Unidos de América. Pido la empatía y solidaridad de las personas de fe, religiosas o de alguna espiritualidad para que envíen luz a nuestro pueblo mexicano.
Te pido a ti que estás leyendo estas viscerales líneas: Ayúdanos a ser parte de la transformación de México en un país más justo, digno y hospitalario. Ayúdanos a construir paz para México y derribar todos los muros que sean necesarios para la buena convivencia entre las personas que habitamos esta tierra buena.
“Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante lo cual las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro y, tomó la ciudad.” Josué 6:20
Rev. Dan González Ortega
Rector
Comunidad Teológica de México
Secretario Ejecutivo de CETELA
rectoria@comunidadteologica.org
